Luego de los gravísimos incidentes ocurridos con allegados al gremio de la Construción en Río Grande, versiones provenientes de Buenos Aires indicaron que no se descarta que se exija la intervención de la sección local de la UOCRA. Se recuerda que Alberto Gordillo y un grupo de afiliados fueron prácticamente "echados a balazos" cuando habían concurrido al gremio a pedir una mayor transparencia sindical. Los dirigentes Amado Vivar y Ricardo Cardozo (foto), están en la cuerda floja.
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