Si la Amazonia, desde una ética humanista, debe serinternacionalizada, internacionalicemos también lasreservas de petróleo del mundo entero.
El petróleo es tan importante para el bienestar de lahumanidad como la Amazonia para nuestro futuro. A pesar deeso, los dueños de las reservas creen tener el derecho deaumentar o disminuir la extracción de petróleo y subir o no su precio.
De la misma forma, el capital financiero de los paísesricos debería ser internacionalizado. Si la Amazonia es unareserva para todos los seres humanos, no se debería quemarsolamente por la voluntad de un dueño o de un país. Quemarla Amazonia es tan grave como el desempleo provocado por lasdecisiones arbitrarias de los especuladores globales.
No podemos permitir que las reservas financieras sirvan paraquemar países enteros en la voluptuosidad de la especulación.
También, antes que la Amazonia, me gustaría ver lainternacionalización de los grandes museos del mundo.El Louvre no debe pertenecer solo a Francia.Cada museo del mundo es el guardián de las piezas más bellas producidaspor el genio humano. No se puede dejar que ese patrimoniocultural, como es el patrimonio natural amazónico, seamanipulado y destruido por el sólo placer de un propietario o de un país.
No hace mucho tiempo, un millonario japonés decidióenterrar, junto con él, un cuadro de un gran maestro.Por el contrario, ese cuadro tendría que haber sidointernacionalizado.
Durante este encuentro, las Naciones Unidas estánrealizando el Foro Del Milenio, pero algunos presidentes depaíses tuvieron dificultades para participar, debido asituaciones desagradables surgidas en la frontera de losEE.UU. Por eso, creo que Nueva York, como sede de lasNaciones Unidas, debe ser internacionalizada. Por lo menosManhatan debería pertenecer a toda la humanidad.De la misma forma que París, Venecia, Roma, Londres, Río deJaneiro, Brasilia... cada ciudad, con su bellezaespecífica, su historia del mundo, debería pertenecer al mundo entero.
Si EEUU quiere internacionalizar la Amazonia, para nocorrer el riesgo de dejarla en manos de losbrasileños,internacionalicemos todos los arsenalesnucleares. Basta pensar que ellos ya demostraron que soncapaces de usar esas armas, provocando una destrucciónmiles de veces mayor que las lamentables quemas realizadasen los bosques de Brasil.
En sus discursos, los actuales candidatos a la presidenciade los Estados Unidos han defendido la idea deinternacionalizar las reservas forestales del mundo a cambio de la deuda.
Comencemos usando esa deuda para garantizar que cada niñodel mundo tenga la posibilidad de comer y de ir a laescuela. Internacionalicemos a los niños, tratándolos atodos ellos sin importar el país donde nacieron, comopatrimonio que merecen los cuidados del mundo entero. Muchomás de lo que se merece la Amazonia. Cuando los dirigentestraten a los niños pobres del mundo como Patrimonio de la Humanidad, no permitirán que trabajen cuando deberíanestudiar; que mueran cuando deberían vivir.
Como humanista, acepto defender la internacionalizacióndel mundo; pero, mientras el mundo me trate como brasileño,lucharé para que la Amazonia, sea nuestra. ¡Solamentenuestra!
NOTA: Este artículo fue publicado en el NEW YORKTIMES, WASHINGTON POST, USA TODAY y en los diarios de mayor tirada de EUROPA y JAPÓN.
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